¿Resistente?
Mi labrador de casi cuatro años no ha tardado ni diez minutos en romperlo y, además, comerse la mitad de las piezas verdes que rodean el anillo. He visto fotos de perros grandes con el juguete y fue lo que me llevó a pedirlo, pero estoy muy descontenta con el resultado. He tenido que quitárselo y ahora lo busca desesperadito por la casa.