Las plantas acuáticas son mucho más que mera decoración del acuario. Mantienen el agua limpia y además proveen de oxígeno a los animales y otras plantas.
Las plantas acuáticas
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Colaboradoras incansables
Las plantas toman el amonio y los nitratos que contienen los excrementos de los peces y purifican el agua. El dióxido de carbono, con ayuda de la luz y la fotosíntesis, también se transformará en oxígeno. Estos proceos hacen posible la vida en un acuario. Con la ayuda de las plantas naturales, los acuarios se convierten en pequeños ecosistemas que pueden desarrollarse y existir con escasa intervención humana.
Las plantas acuáticas ofrecen a los peces escondites frente a peces más grandes o especies agresivas. Esto es especialmente importante en el caso de las crías o peces jóvenes, que sin un lugar adecuado para ocultarse serían devorados por peces más grandes.
¿Qué debemos tener en cuenta para que las plantas acuáticas se desarrollen correctamente y el acuario se convierta en un sistema estable?
Las plantas de acuario necesitan luz para poder hacer la fotosíntesis, pero debemos evitar la luz directa del sol. Lo mejor son fuentes de luz artificial con un espectro adecuado combinadas con luz natural indirecta.
Aún teniendo las condiciones óptimas, las plantas acuáticas necesitarán un tiempo para adaptarse y desarrollarse en el acuario. El equilibrio biológico después de la plantación puede conseguirse tras unas cuatro o cinco semanas. En ese momento, nuestro pequeño mundo acuático estará estabilizado y no necesitaremos más que la regular limpieza y mantenimiento del agua para mantenerlo.
Otra acción necesaria en muchas especias de plantas es la poda. La ventaja, además de los efectos positivos en la propia planta, es que los brotes podados pueden replantarse, aumentando así la vegetación del acuario.