Desde que existen los acuarios, no ha dejado de cuestionarse el hecho de la necesidad básica del cambio de agua del acuario y también la frecuencia con la que realizarlo.
Aunque casi ya no se da, todavía hay quien defiende la teoría del equilibrio biológico que se da en el acuario, similar al que tiene lugar en la propia naturaleza, para justificar la importancia y el valor de no cambiar nunca el agua.